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sábado, 3 de septiembre de 2016

COLECTIVIDAD BOLIVIANA DE ESCOBAR: “NOS PIDEN $400.000 PARA LEVANTAR LA CLAUSURA"


Desde hace unas semanas que se desató el conflicto entre la Municipalidad de Escobar y la Colectividad Boliviana del barrio Luchetti. Rumores indicarían que se trata de diferencias entorno a cierta cantidad de dinero solicitada a esta entidad de bien público sin fines de lucro, por parte de la intendencia para obras públicas que deben solventarse con recursos públicos. Desde El Oriental, se dialogó con los miembros y fundadores de la Colectividad en referencia a este tema que aún sigue sin una solución en vista.

Miembros de la colectividad Boliviana vinculan el origen de la clausura al “cambio en la política”, haciendo referencia al cambio de gestión en los gobiernos nacional y local. Hace ya un tiempo, y tras iniciales tratativas entre la Colectividad y el gobierno municipal, desde el municipio se propuso la realización de obras de asfalto en las calles que llevan al mercado (entre otras del barrio). El compromiso del intendente sería de una inversión municipal de 10 millones de pesos, pero también solicitaron a la colectividad una inversión paralela de otros 25 millones. Este pedido que desde la colectividad calificaron como ridículo, fue uno de los causales del conflicto que hoy mantiene en vilo a toda la comunidad del barrio Luchetti.

Algunos miembros de la colectividad hacen referencia que ese monto es demasiado abultado para la colectividad misma y que bajo ningún punto de vista llegarían a costearlo, “ni el presidente de la colectividad gana eso” bromeaba un paisano, socio y delegado de la colectividad; y agregaron "nosotros solicitamos varios presupuestos con diferentes contratistas y en los tres casos, el costo de la obra que se quiere emprender desde el municipio no supera los 5 millones de pesos, entonces desde la Colectividad sospechamos seriamente del destino que tendrían esos fondos, en el caso que pudiéramos reunirlos, algo que es ciertamente imposible".

El tono de la disputa se disparó cuando desde la Colectividad se negaron a pagar lo solicitado por el municipio para la realización de las obras. Esto generó una respuesta muy contundente por parte de la intendencia: se realizó una inspección con presencia policial, algo que indignó a los miembros de la colectividad: "no sólo vinieron los inspectores, vino la policía, cinco patrulleros, y más de treinta efectivos estaban presentes cuando se realizó el procedimiento, ver eso en el mercado, sabiendo que los delincuentes andan sueltos por la calle, mientras que acá hay gente que trabaja la tierra que nadie más trabaja, productores, vendedores, comerciantes, fue totalmente violento”.

Luego del operativo policial, el municipio dispuso la clausura del lugar, imponiendo un cobro de una multa de casi un millón y medio de pesos. Rápidamente la Colectividad logró recaudar entre sus socios poco menos de la mitad, pudiendo levantar provisoriamente la clausura. Sin embargo, relacionan claramente el operativo a su negativa `a colaborar´ con el arreglo de las calles. "La clausura viene supuestamente porque durante la inspección se encontraron palomas, perros dando vueltas por el predio y un matafuego fuera de lugar. Ahora nos piden $400.000 para levantar la clausura" mencionó uno de los socios. "Además, ahora resulta que quieren realizar habilitaciones, no de la feria o el mercado como superficie comercial, sino de cada puesto de venta" se quejaron, "realmente vemos una mala intención en estas medidas, ya que ni siquiera nos dieron tiempo para poder realizar correctamente el relevamiento de los puestos, y una correcta organización para poder habilitar puesto por puesto".

Al ser consultados si habían intentado tratar con otros interlocutores, en este caso, otros referentes políticos locales, resultó curioso que salieran a delimitarse de la figura de un concejal en particular: “nosotros no tenemos nada que ver con Tossio”, haciendo referencia al concejal oficialista del FPV. Es que el edil estaría muy vinculado con la feria ubicada en la calle Rivadavia, en la estación de colectivos de Belén, en clara competencia con la feria que la Colectividad regentea.

Los socios de la colectividad y puesteros en la feria, destacaron la función social que cumple el mercado de la colectividad para el barrio, para los escobarenses, e incluso para el país: “Este mercado da miles de puestos de trabajo, una infinidad de productores vienen a vender sus cultivos aquí, y esto genera la posibilidad de abrir nuevos mercados, aquí vienen a buscar mercadería desde San Pedro, Pergamino, abastecemos la mayoría de las verdulerías del Partido de Escobar, e inclusive también al Mercado Central". Otro tanto mencionaron respecto a la feria: "contamos con más de 900 puestos en la feria, este predio comercial tiene una importancia vital para nuestro barrio, mucha gente trabaja acá".

Para establecer su posición frente al municipio, los miembros de la colectividad agregan: “Si la colectividad es bien público sin fines de lucro, hay muchos impuestos que no paga. La colectividad nada más a los productores, a los socios, a los vendedores de la ropa en la feria; se le cobra un canon para poner un puesto, nada más”. Dentro de la ordenanza fiscal lo que hay es una figura que son “grandes superficies comerciales”. O sea la organización de la feria paga una tasa, y después cada feriante paga un canon por su puesto. “El municipio lo que quiere implementar ahora es que cada puestero pague impuestos por tener un puesto en la feria, entonces un feriante que tiene un puesto adentro del mercado pasaría a pagar además del canon un tasa por “seguridad, alumbrado, barrido y limpieza”A lo cual, como entidad de bien público, responden: “Nosotros prestamos todos los predios deportivos y de eventos para las escuelas locales y no le cobramos nada al municipio. La colectividad cumple un rol social y comunitario importante y lo único que quieren es clausurarnos para cobrarnos plata. Si lo único que quieren es sacarle plata a la colectividad, esta política se va a volver sucia. Si sigue esta actitud, ya estamos preparando los camiones para cortar la panamericana” advirtieron. Es que frente a la falta de respuestas, los miembros de la colectividad participarían activamente de posibles protestas, pero inclusive los productores de otros distritos se sumarían también a estas eventuales acciones públicas frente a la nula respuesta del palacio municipal. 

Finalmente, al ser consultados cuáles serían los pasos a seguir, indicaron: “ahora nos remitimos a entablar diálogo con la gobernadora, la defensoría del pueblo y con la embajada boliviana. Lo que queremos es sumar actores a esta discusión, que realmente vemos sin sentido”. Uno de los socios fundadores finalmente recordaba que “esta es la colectividad boliviana más grande de Zona Norte y no podemos tolerar que nos atropellen como pretenden”.

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