En el día de ayer, martes 19 de septiembre, un grupo de alrededor de 60 feriantes de la colectividad boliviana se hizo presente en el Concejo Deliberante de Escobar para protestar por la implementación de una nueva tasa impositiva que afecta a todos los puesteros. El Oriental tuvo la posibilidad de hablar con los feriantes y el municipio. El desenlace del conflicto permanece abierto.
Once de la mañana en el municipio. Un grupo de 60 feriantes de la feria de la colectividad protesta a viva voz dentro del recinto del concejo deliberante. Los concejales no se dan por aludidos. Muchos de ellos no están (los lunes el Concejo Deliberante no sesiona) o se ocultan en los cuartos de los bloques partidarios. Varios puesteros se nos acercan y nos muestran indignados una factura municipal con el importe a pagar de alrededor de $560 en concepto de una tasa municipal de alumbrado barrido y limpieza.
La indignación surge porque, durante los 27 años de historia de la colectividad, los feriantes le pagaban tan solo a la cooperativa de la misma un canon mínimo para poder tener un lugar dentro de la Feria, que está ubicada en un predio del barrio Luchetti, de propiedad de la asociación civil de la Colectividad. Ahora se encontraron con que debían pagar impuestos individuales al municipio, ademas del canon para sostener sus puestos.
"Nosotros trabajamos en la Feria solo los domingos, 4 veces al mes, y ahora nos vienen a decir que tenemos que pagar impuestos como si tuviésemos un comercio en el centro que abre todos los días" nos contaba con rabia una de las feriantes, que agregaba "nosotros no es que no queremos pagar por la habilitación, pero queremos que sea por un precio justo. $500 pesos por 4 días al mes es un disparate. Además eso no es lo único que pagamos, también tenemos que cubrir los gastos de la colectividad, la mercadería, los fletes... no es justo."
Algunos suman esta actitud negativa de parte del Municipio a la reciente clausura que le impusieron a la colectividad y su mercado de frutas y verduras. Muchos feriantes se vieron afectados, al punto de tener que aportar $4.000 pesos para levantar esta clausura. Estas actitudes de parte del municipio en contra de la comunidad boliviana y los trabajadores del mercado y la feria más importante que tiene el Partido de Escobar en el barrio Luchetti, se enmarcan en una tentativa del municipio de querer cobrarle a la colectividad boliviana una deuda de 15 millones de pesos. Este monto surge en concepto de 27 años de impuestos que el municipio no cobraba a la asociación civil ni a la cooperativa de la colectividad, y que ahora pretende cobrarle en cuotas de cientos de miles de pesos.
Por su parte, el Secretario de Gobierno de la municipalidad Javier Rehl nos decía que "la feria de la colectividad boliviana está habilitada como paseo de compras. O sea, cada puesto tiene que tener su habilitación. La colectividad viene acumulando una deuda en tasas de $15.000.000. Ya empezaron a tributar la parte del mercado fruti-hortícola con lo que fue la habilitación luego de la clausura. Ahora falta adherirse a la parte de la feria, con lo cual, obviamente es un cambio muy grande para la colectividad y los feriantes que estaban acostumbrados a no pagar. Hay dentro de la misma colectividad y dentro de los feriantes sectores que se resisten. Sin embargo, de estos temas venimos hablando con el cónsul general de Bolivia, con lo cual estamos tratando de normalizar una situación comercial que todavía no está clara. Como plantea el intendente, nosotros queremos que lo que tribute la colectividad sea destinado a obras para el barrio."
En respuesta a la actitud del municipio, una feriante de la colectividad, que no es boliviana, pero que es vecina del barrio y trabaja en la feria, se refería indignada "Sentimos que la municipalidad hizo de repente un atropello a la colectividad, a los feriantes de la colectividad. Atropello, discriminación, nos están persiguiendo demasiado. No nos dan respiro. Nosotros no nos negamos a pagar, pero pensamos que hay que ir progresivamente. Porque la situación económica hizo que baje las ventas en todos los puestos... sumado a esto de la clausura... nos mandan tanta policía, los gendarmes... ¡La gente ya no quiere entrar a la feria! Y bueno, por eso vinimos a manifestarnos para que el intendente nos de una solución".
Así, a pesar del recibimiento de parte del municipio y la buena voluntad de las autoridades de recibir a los manifestantes, el conflicto parece no tener una solución concreta para los feriantes mas que verse forzados a pagar la tasa municipal a pesar de las protestas. Sin embargo, estos no parecen muy dispuestos a darse el brazo a torcer frente al gobierno en lo que respecta a defender sus derechos económicos. Según parece, el conflicto entre la municipalidad de Escobar y la comunidad boliviana sigue abierto.
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